Hernia discal lumbar

Es una de las causas más frecuentes de dolor de espalda y, por suerte, suele ser una afectación temporal que puedes solventar con tratamientos conservadores.
No obstante, si tu hernia discal requiere de cirugía, confía en las resultado de las técnicas que van desde la las de mínima invasión hasta las seguras como lo son las de cirugía convencional.

¿Qué es una hernia discal?

· La hernia discal es la rotura del disco intervertebral. Al romperse, el material interior sale y se desplaza ejerciendo una presión directa sobre la médula espinal y las raíces nerviosas, causando un dolor muy intenso.

El disco intervertebral es esa almohadilla que separa una vértebra de otra y se encarga de distribuir la presión que soporta la columna vertebral.

Cuando el disco se deteriora, se queda abombado. Esto es lo que se llama protusión y es el paso previo a sufrir una hernia discal, que sucede cuando definitivamente el disco se rompe.


QUÉ DEBES SABER

Principales causas de la hernia discal

  • Envejecimiento de los discos intervertebrales. El paso de los años y la consiguiente pérdida de colágeno del disco es la causa más frecuente.
  • El sobrepeso, obesidad y aumento de peso en el embarazo, ya que provocan que se sobrecargue la espalda.
  • Trabajos en los que hay que realizar movimientos repetitivos o se sufre una sobrecarga excesiva al levantar objetos.
  • El sedentarismo también influye, ya que la musculatura lumbar no se fortalece y no se refuerzan los ligamentos que contienen al disco.

POR QUÉ DEBES TRATAR
TU HERNIA DISCAL

· Puedes perder tu condición física
Para aliviar el intenso dolor lumbar que sientes, puede que decidas cambiar tus hábitos y abandonar el ejercicio físico. Esto lo único que provoca es que pierdas el tono físico y se complique tu salud.

· Puede que tu hernia se cronifique
Es posible que tu hernia esté relacionada con un esfuerzo físico puntual y que apenas te moleste entre 6 y 12 semanas. Pero, si pasado este tiempo, se hace crónica tendrás dolores intermitentes hasta que ya no puedas soportar su intensidad y frecuencia.

· Puede haber déficit neurológico
Quizás no seas consciente de que te has vuelto más torpe, que tu pierna está más débil. Es posible que notes hormigueos o que, incluso, tengas pérdidas de orina, fiebre y otros síntomas neurológicos provocados por tu hernia.

TIPOS DE TRATAMIENTOS

DE LA HERNIA DISCAL

Para tratar esta patología relacionada con la columna vertebral hay diversas opciones.
Dependiendo del caso y su gravedad se utilizan técnicas conservadoras o quirúrgicas.

TRATAMIENTOS CONSERVADORES

¿Sabías que solo el 5% de las hernias discales acaban en el quirófano?

En la mayoría de las hernias discales la inflamación suele resolverse por sí sola y el dolor comienza a reducirse en un plazo de seis semanas aproximadamente.

Pero mientras esperas a que esto suceda, tu médico puede pautarte tratamientos no quirúrgicos que te ayuden a aliviar el dolor como, por ejemplo:

  • Fisioterapia
  • Terapia con calor y frío
  • Ejercicios y estiramientos
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (tipo ibuprofeno)
  • Corticosteroides orales para reducir la inflamación.

TRATAMIENTOS QUIRÚRGICOS

Cuando el tratamiento conservador fracasa y el dolor continúa es necesario realizar una operación de hernia discal para no arriesgarse a tener secuelas definitivas.

· Discectomía.

Es la cirugía más común para resolver una hernia discal. Consiste en eliminar una parte o todo el disco intervertebral dañado.

· Artrodesis lumbar.

La artrodesis lumbar es un procedimiento quirúrgico que fusiona dos o más vértebras de la columna lumbar para estabilizarla y aliviar el dolor crónico. Ideal para casos de hernias discales severas, escoliosis o inestabilidad de columna o de un segmento, esta técnica mejora la calidad de vida al reducir molestias y limitaciones.